La educación es otro tema crucial, de los hogares estudiados en la encuesta Nacional de Hogares, (ENAHO), en el 63% el jefe de familia no contaba con educación, o a lo sumo tenían educación primaria. Entre los no pobres, el 37% de los jefes de hogar llegaron a tener educación primaria, el 38% cuenta con educación secundaria y el 24% instrucción superior. Es decir, la carencia de educación y la calidad de ésta influye notoriamente en el nivel social que alcanzará una persona. Asimismo, de los hogares conformados por las parejas jóvenes son más de los que están de la línea de pobreza.
Es necesario indicar que las políticas de lucha contra la pobreza deben tener como base una política económica general que garantice la estabilidad y el crecimiento económico. El Perú no produce lo suficiente para cubrir los requerimientos de sus habitantes. En términos per cápita. El crecimiento y la estabilidad económica tienen una importancia fundamental para la lucha contra la pobreza, no siempre reconocida de manera explícita.
Las medidas de lucha contra la pobreza no deben ser contrarias a los principios que sustentan la estabilidad y el crecimiento económico. Por el contrario, son parte importante de las políticas de lucha contra la pobreza aquellas políticas que favorecen el crecimiento económico, especialmente de los sectores más intensivos en mano de obra y en zonas de pobreza. Asimismo, el nivel de gasto público para políticas de lucha contra la pobreza debe ser compatible con niveles de tributación que garanticen el crecimiento económico, por lo que el principal reto consiste en optimizar el uso de los recursos destinados para ese fin, campo en el cual existe mucho por hacer.
Asimismo, se debe buscar que los sectores más intensivos en mano de obra no calificada puedan crecer (agricultura, construcción, turismo, comercio), así como aquellas actividades que, por estar localizadas en zonas geográficas cercanas a poblaciones pobres, pueden generar un potencial muy grande de empleo y movimiento económico, como es el caso de proyectos mineros, forestales y petroleros. En esta misma línea de pensamiento, una estrategia importante es dinamizar mercados locales cercanos a poblaciones pobres, lo que se ha venido llamando desarrollo de ciudades intermedias y también corredores económicos. En todos estos casos, naturalmente, es importante que las inversiones cuiden los aspectos ambientales, culturales y sociales de las zonas donde operan, para impulsar su desarrollo sin generar problemas de otro tipo.