En primer lugar, la relación entre pobreza y salud no es algo nuevo y ha sido analizada desde diferentes perspectivas a lo largo del último siglo. Desde fines del siglo XIX las relaciones entre pobreza y mortalidad infantil quedaron claramente establecidas. Durante la recesión de los años 30, se dieron por sentados los vínculos epidemiológicos entre la prevalencia elevada de enfermedades como la tuberculosis, con las condiciones de pobreza, vivienda insalubre y el desempleo. Hoy, pocos se atreven a desconocer las diferencias entre niveles de salud entre países de bajos ingresos y países ricos. No obstante, cuando se analizan los determinantes de salud en grupos específicos dentro de una población (como es el caso de las naciones o pueblos indígenas) la interpretación epidemiológica convencional que se hace sobre las relaciones entre etnicidad, pobreza y salud resulta por lo general en una sobresimplificación, con frecuencia engañosa, por la que se afirma que los indígenas son pobres y los pobres son menos saludables y se enferman y mueren con mayor frecuencia, porque son (por una u otra razón) derivados de las condiciones materiales indispensables para preservar y mantener un buen estado de salud (por ejemplo, una nutrición balanceada , agua potable y vivienda adecuada y servicios de salud, etc.)
Hoy existe suficiente evidencia en la literatura científica más o menos reciente para poder comprobar que el “Modelo materialista” de salud, enfermedad es no sólo una sobresimplificación, sino que resuelta insuficiente para poder explicar las diferencias en el nivel de salud entre los distintos subgrupos y clases sociales de una población de terminada.
Las relaciones entre pobreza y salud son más complejas de lo que se pensaba originalmente y hoy debemos plantearnos nuevas preguntas sobre esta relación. ¿Qué es lo que puede explicar mejor las diferencias encontradas en el nivel de salud y entre los distintos subgrupos (por ejemplo, indígenas) de una población determinada?, ¿es simplemente la “pobreza” o la marginalidad o la derivación material? ¿ O existe algo más?, ¿qué otros factores entran en juego, como por ejemplo, la selección genética, el nivel inmunitario, el trauma, o el grado de exposición al estrés o la contaminación del ambiente?, ¿ cuál es el rol que juegan los factores psicosociales: estatus y grado de cohesión social, densidad y calidad de la red y estructuras de soporte?, ¿cómo se relaciona la pobreza con el estado de salud individual y colectivo?, ¿qué enlaces tiene la pobreza con la enfermedad mental?, ¿cuáles son los modelos o paradigmas disponibles para analizar los determinantes de salud y enfermedad mental a nivel individual y colectivo en América Latina?
En segundo lugar, la desesperanza o la impotencia es en gran parte creada y sostenida por un discurso de degradación social. El proceso de colonización, seguido por la aparición de las repúblicas y el estado-nación y más recientemente, la globalización en escala planetaria, han contribuido sin lugar a dudas a la degradación y desintegración social de los pueblos indígenas, a la par de generar y sostener la pobreza entre estos. Hoy, la gran mayoría de los indígenas latinoamericanos, invariablemente ocupan los escalones más bajos en la estructura jerárquica de las sociedades nacionales respectivas.
El contexto caracterizado por pobreza, impotencia y desintegración social, permite entender mejor el deterioro en la situación de salud de los pueblos y en particular de la salud mental. Pero cualesquiera que fueren los factores sociales y culturales que se encuentren en la secuencia de causas y determinantes, se deben encontrar además los procesos biológicos que enlazan los determinantes del macrocontexto social (la economía política- con la dimensión “micro” de la empresa individual).
«La transformación del Perú en una sociedad desarrollada, que ha erradicado la pobreza y la exclusión social, capaz de ofrecer a todos sus integrantes niveles de vida dignos, constituye una tarea sostenida y de largo plazo. Para llevar a cabo esa tarea con la continuidad que demanda se requiere un esfuerzo concentrado entre el estado y la sociedad civil».
2 comentarios en «Pobreza, y desintegración social como determinantes de los niveles de salud»
Los niveles de pobreza a nivel mundial han descendido producto del desarrollo de países altamente poblados como China y la India que iniciaron un proceso de industrialización. Cabe resaltar qie los verdaderos causantes de la pobreza mundial son los países del Norte que siempre se aprovecharon de los paises del Sur, explotando sus riquezas, corrompiendo a sus líderes y sobre todo manteniendo una balanca comercial totalmente injusta. Lo que demuestra que aún los países del Norte no superan su mentalidad Colonialista-Mercantilista que tanto a perjudicado a la Humanidad. No vasta con las reuniones de los 20, las Naciones Unidas y otros tantos organismos mundiales que al final no solucionan nada y son meros foros de propaganda occidentalista. El Mundo es de todos.
Gracias por el comentario Renzo