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Las barras bravas

“ Un 24 de Septiembre del 2011, un joven de 23 años, hincha de Alianza Lima ,es arrojado de uno de los palcos del coloso estadio Monumental por un grupo de delincuentes de Universitario de Deportes, en un partido conocido como “clásico”, donde se enfrentaron los dos equipos más importantes de Perú, pero no sólo dentro de la cancha, sino en las tribunas, donde perdió la  vida, Walter Oyarce,  un aliancista, que su único pecado fue  animar a su equipo. Una de las muertes más trágicas de la historia del fútbol. Pues ningún ser humano merece ser aventado como un costal de basura al vacío y mientras yacía aún su cuerpo con vida,  los del equipo contrario le arrojaban piedras a su fatal agonía”. Esta historia jamás debe repetirse.

Conocer cómo piensan los integrantes de las barras bravas es un requisito para explicarse el fenómeno y plantear alternativas pertinentes. La violencia en los estadios , popularmente identificada en las “barras bravas”, se ha incrementado considerablemente teniendo su “máxima expresión” en la suspensión de un partido de futbol en donde se enfrentan los dos equipos tradicionales rivales, el motivo: No existir para continuar para continuar la competencia deportiva por la agresión manifiesta de los espectadores de Trinchera Norte y Sur.

Además es sabido que en nuestro país el futbol se ha convertido en un “boom” social que ha conseguido acaparar la atención de todos los medios de comunicación y de todas la generaciones. Este fenómeno no se podría explicar si tomamos en cuenta los fracasos que nuestro representativo arrastra desde más de dos décadas y sin descuidar el aspecto económico que el futbol representa, estamos convencidos que el fenómeno futbolístico se explicaría por otras vertientes que tienen que ver más con aspectos psicosociales que desde la óptica deportiva.

El fenómeno de las barras bravas, no es un tema nuevo. Por el contrario mucho se ha discutido sobre este tema en acalorados sets de televisión, sin siquiera llegar a entender las razones por las cuales cada vez más jóvenes se introducen en este mundo de pasiones desmedidas, en países donde la mayoría de los habitantes (sobre todo adolecentes) se encuentran desempleados o sub empleados , donde es cada vez más difícil estudiar una profesión sin hacer grandes gastos económicos y donde la corrupción de las autoridades es la principal causante de la desesperanza popular, el fútbol aparece entonces como un escape de la “Mísera realidad” que nos abruma , convirtiéndose en una especie de puerta mágica que nos conduce a la felicidad total. ¿En qué consiste dicha felicidad? . Pues en el simple hecho de salir triunfadores cada Domingo.

La necesidad de encontrar una satisfacción emocional, la búsqueda de un sentimiento de emoción, de un éxtasis , de un punto de clímax en una vida pautada por la rutina. Lo interesante está en los modos como el hincha busca esa emoción extrema que lo va a llevar a darle un sentido a la vida, en la valoración de tan alta magnitud que se tiene por los fenómenos violentos, por la experiencia de la violencia, en el sentido que se va hacía la búsqueda de una especie de shock, siempre permanente, de confrontación, incluso de riesgo de vida.

Por otro lado, las explicaciones que escuchamos de los hinchas sobre el por qué de la violencia,difieren a veces del nivel sociocultural  de éstos, aun cuando hay una concordancia más bien generalizada de los contenidos que ellas expresan. En general, las variadas declaraciones recopiladas sobre el tema orientan a tratarlo dentro de un enfoque que busque el origen de la violencia para descubrir dónde nace esa “rabia contenida” que se desata en los estadios de fútbol, los medios de comunicación de masas, las fuerzas del orden que son percibidas como menos que una pelota.. al menos ésta rebota pero no huye a diferencia de fuerzas de orden.. así se llaman no? lástima que sólo sea un adjetivo pero no un verbo.

Toda acción delictiva o no, tiene una razón, vayamos a las razones. Es la única forma de frenar este tipo de delincuencia y las fuerzas del orden están para cuidarnos, no para escapar, sí tenemos unas fuerzas del orden que son coaccionadas por los hinchas enardecidos y además tenemos dirigentes corruptos, creo que el origen que dicha violencia cobre victimas está más que explicado.

No importa sí tu corazón es blanquiazul ni amarrillo, ni crema, no hagas preso de esa frustración que te persigue a ningún inocente, apuesta por ti, no malogres la vida de los demás, más daño te harás tú , más daño se hicieron los que asesinaron a Walter Oyarce, él descansa en paz, pero sus asesinos no lo harán jamás.  Y así… Cuántas víctimas  cobra este deporte con el pretexto de que no eres parte  de ellos? No es el fútbol, No es tu color, No es tu religión, es la violencia que tiene que salir de alguna forma.

4 comentarios en «Las barras bravas»

  1. Tan solo quisiera expresarte mi agradecimiento por todos tus escritos Eunice. Se nota tu gran sabiduria de vida porque en cada uno de ellos el lector ( por lo menos en mi caso) siente la sencillez, armonia y sensatez entre otros sentimientos que tus comentarios generan.
    Un verdadero placer poder ser participe de esta gran pagina.
    Gracias por tu aporte a mejorar muestra calidad de vida.
    Saludos desde Argentina

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    • Muchas gracias a ud, Horacio, por contribuir con sus hermosos comentarios,
      reconforta mi alma.
      gracias por leerme y por poder entrar a su corazón mediante mis escritos.
      Saludos a Argentina, país en que veo que me leen, los quiero! Gracias mil

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