“ Es, científicamente incorrecto mantener que los hombres poseen un “cerebro violento”. A pesar de que estamos dotados del equipo nervioso capaz de actuar con violencia, éste no se activa automáticamente bajo la influencia de estímulos internos o externos dados que, a diferencia de la mayoría de otros mamíferos, tales estímulos se filtran mediante procesos nerviosos superiores antes de actuar. Actuamos según hayamos sido condicionados y sociabilizados. No existe nada en nuestra fisiología que nos impulse a actuar violentamente” (Declaración sobre violencia, Sevilla,1986)
El constructivo “violencia” hace referencia al uso de la fuerza para producir daño (corsi,1995). El término violencia remite al concepto (raíz etimológica) de “fuerza”: El sustantivo “violencia” se corresponde con verbos tales como “violentar”, “violar” , “forzar”.
A primera de esta primera aparición semántica, podemos decir que la violencia implica siempre el uso de la fuerza para producir daño. En un sentido amplio. En todos los casos, el uso de la fuerza nos permite el concepto de poder.
En sus múltiples manifestaciones, la violencia siempre es una forma de ejercicio de poder mediante la fuerza (física, verbal, política, económica, etc.) e implica la existencia de una “arriba” y un “abajo”, reales, simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios: padre/hijo, hombre/mujer, jefe/empleado, etc.
La violencia:
- No discrimina la clase social, religión, raza, estatus económico, edad y género.
- Se expresa a través de la agresión física, psicológica o de acciones negligentes, las cuales encierran una diversidad de modalidades.
- Su accionar o desarrollo tiene consecuencias individuales, familiares y colectivas
- Es una conducta aprendida, por lo tanto trasciende a una base genética
- Es un proceso continuo que está interconectado a la cultura y al contexto social donde se desarrolla
- Es un sistema dinámico que se contribuye y se transforma, en función al contexto social y de la propia cultura
- Es intergeneracional, ya que se transmite de una generación a otra
- En algunos casos es un estilo de vida, de convivencia social e incluso una forma de comunicación.