La violencia contra la mujer es propio de cobardes

La violencia contra la mujer es propio de cobardes,  está constituida por una serie de manifestaciones que tienen en común generar un daño, vulnerar, lesionar, o simplemente amenazar la integridad física o psicológica. Además, al hablar de una tipología es importante incidir en el aspecto didáctico ya que en la realidad los hechos se dan de una forma específica e inespecífica no habiendo limites que nos permitan diferenciar entre los tipos de violencia. Aunque la única forma de violencia que se puede manifestar “independientemente” es la psicológica, ya que la física o la sexual inherentes van a producir y desencadenar trastornos físicos, emocionales, morales  y /o espirituales.

Violencia física

“…al mes de casados, él la golpeó salvajemente y se separaron, dejándola inconsciente. Yo veía que mi hija estaba súper mal, súper delgada y demacrada. Definitivamente era otra y no la muchacha alegre, que siempre había sido, relata la madre de la mujer agredida…” (Fragmento de una denuncia policial a un agresor en la comisaría de San Miguel el 2003, archivada en la actualidad)

Son muchos los términos utilizados para identificar los casos de violencia física: maltrato, abuso o golpiza. Cualquiera de estos términos indica una acción que produce daño a la integridad física y que se manifiesta mediante la acción del “agresor” contra el cuerpo de la “victima” como golpes, patadas, puñetes, empujones, jalones de cabello, etc.

Las agresiones se manifiestan con mucha brutalidad y daño físico, pudiendo incluso causar la muerte de la víctima, aunque algunas mujeres han manifestado haberlo vivido durante días. El maltratador comienza por querer “darla a ella una lección” o “convencerla de que no vuelva a comportarse de esa manera”.

Durante esta fase la mujer no tiene ningún control, sólo el maltratador puede terminar con las agresiones. Se interrumpe su ejecución cuando el agresor siente que ha descargado toda la tensión acumulada o también cuando repara en la magnitud del daño que está ocasionando o así de trágico cuando ya acabó con la vida de su víctima. En esta fase es cuando generalmente llaman a la policía o presentan una denuncia, (siempre tarde) aunque muchas mujeres no hacen algo para realizar cualquier acción específica (factores inhibidores, costos, burocratización de los servicios, el estado jamás ayudó, recién se puso las pilas cuando la tasa de feminicidios ya sobrepasan los límites de la vergüenza en el país)

Violencia psicológica

Consiste en atentados contra la autoestima de la mujer. El agresor ridiculiza, ignora la presencia, no presta atención a lo que ella dice, se ríe de sus opiniones o de sus iniciativas, las compara con otras personas, la corrige en público, Dichas conductas van propiciando un impacto en la salud psicosocial de la víctima. La agresión verbal refuerza la agresión psicológica. El agresor insulta con frases como “No eres nada ni nadie, “vives en un subte” “eres una inútil” “eres una vaga” (algunos ejemplos) la amenaza, creando un clima de miedo constante.

–Activa, por ejemplo un grito, humillación, etc.

–Pasiva, Por ejemplo, una mirada y postura de indiferencia, una mirada agresiva, desinterés, ignorar a su pareja, no contestarle cuando habla.

Violencia sexual.

Su expresión más grave es la violación sexual. También podemos conceptualizarlo como una relación de poder y por medio de la fuerza física, obliga a la mujer a que ejecute un acto sexual contra su voluntad. La violencia sexual ocurre en diferentes situaciones, espacios y variedades, como la violación en la pareja, en el matrimonio, el abuso sexual de quién se suponía era un amigo. Entiendan hombres paridos de una mujer, puede ser tu pareja pero sí te dice NO, es NO,  Hay hombres tan descarados y cínicos que dicen,sí yo salía con ella .. ¿Cómo va a ser violación? Claro que lo es, porque sí ella te dice NO, y tú la fuerzas, es violación y tiene pena de cárcel, sólo que la mayoría de mujeres no denuncian por vergüenza, amenazas, miedo, al  qué dirán.. Porque la sociedad trata a la mujer como “culpable” ya acabemos con eso, por esas razones inculcadas por una sociedad machista que lidera la iglesia católica,  que le echa de todo la culpa a la mujer, no se denuncia por gente tan indolente, la mujer sólo es una victima .. qué vergüenza por gente como el cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani que tuvo el atrevimiento de decir que la mujer es responsable de sufrir una violación por vestir de forma provocativa. Sus disculpas no son aceptadas señor “cualquier cosa”. Y sus disculpas no vienen de corazón, sino que sabe que lo quieren linchar, lo expresó claramente y usted que dice que fomenta la paz, se volvió el defensor de los violadores, encontrándole en su mente disfuncional una justificación para los abogados de los violadores.

No puedo aceptar las disculpas de un sacerdote, no es un cualquiera de la calle, pero creo que cualquiera de la calle  es mejor que ése, no aceptaré las disculpas de un ser despreciable; entonces también que defienda a los sicarios por matar a millonarios, por lucir sus mansiones y carros,  las mujeres nos vestimos como nos dé la gana y un caballero nos respeta o basta un hombre “normal” ya sabemos de qué pie cojean los curas. Por gente como Cipriani esos monstruos siguen haciendo de las suyas. Claro entre ellos se apañan.

Violencia económica

“…me acuerdo que cuando se fue de la casa, me dejó con mis tres hijos y no le importó sí había para comer o vestir a los niños; luego me enteré de que estaba con otra mujer y que ganaba muy bien y  a pesar de todo no me daba nada y cuando le pedía se molestaba y me gritaba o a veces me decía que sí me da dinero, me quitaba a mis hijos…”(fragmento de una historia de maltrato. Casa Refugio de “tablada de Lurín, 2011)

Son todas aquellas acciones u omisiones por parte del agresor, que afectan la sobrevivencia de la mujer y sus hijas e hijos o destrucción de sus bienes personales o de la sociedad conyugal (pérdida de la vivienda, los enseres y el equipamiento doméstico, bienes muebles e inmuebles, así como los objetos personales de la afectada o de sus hijos, etc.) Además incluye la negación a cubrir cuotas alimentarias para las hijas(os) o gastos básicos para la sobrevivencia del núcleo familiar

Conclusión:

Cuando observamos que una persona golpea a otra, decimos que es violencia física; si dicha persona le grita o humilla entonces nos referimos a la violencia psicológica; si realiza tocamientos indebidos u obliga y a amenaza a su pareja o  a cualquier mujer a tener relacione sexuales, manifestamos que es violencia sexual. Desde esta perspectiva sólo observamos la acción de la persona que inicia la agresión y cómo lo hace, y sí sólo percibimos así, estaríamos hablando de una relación con una “pared o un árbol” que no responde o no se comunica frente a una agresión, lo cual es totalmente falso. Toda acción (dormir, hablar, comer, una mirada agresiva, estar callado, correr, etc.) es comunicación; no hay conducta que no sea comunicación.

Ahora bien, dichas agresiones verbales, físicas, sexuales, y gestuales/posturales (comunicación no verbal) provocan un impacto o consecuencia a nivel físico (moretones, fracturas, cortes, etc,), psicológico (baja autoestima, depresión, cefaleas, trastornos en el sueño, etc.) moral (dignidad de la persona), socio-laboral y económico. Es muy importante diferenciar entre las acciones (intensidad y frecuencia) y las consecuencias o impacto en la salud psicosocial del individuo. Generalmente por una cuestión de género, los varones son los que imponen su poder por intermedio de la fuerza.

La comunicación es la base de una sociedad civilizada, hay que aprender a comunicarnos. Para los hombres va este mensaje: Sí la mujer es mala como dice el maltratador, sólo aléjate, no la golpees, estás haciendo uso de esa fuerza que la vida te entregó para que hagas cosas constructivas, no destructivas.

Para las mujeres va este mensaje: Sí te agredió físicamente una vez y sí le molestan tus logros y trata de minimizarte, aléjate de él, nunca cambiará, lo lleva en el ADN te aseguro que te evitarás muchos traumas en tu vida, la vida tiene sentido cuando se camina con gente correcta, y esa gente se encuentra cuando estás en el camino correcto.