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LA HIJA TERRIBLE DE LA COCA

Y hablemos de la hija terrible de la coca: la cocaína siguió su camino hasta su perdición total. Ya hemos visto cómo Sigmund Freud dedicó mucho de su tiempo a estudiar la acción del alcaloide sobre las funciones mentales humanas.

El mismo, durante una época, fue un entusiasta consumidor de cocaína recomendándola a sus pacientes e inclusive a su novia en forma indiscriminada. En este entusiasmo, Freud fue acompañado por muchos grandes científicos de la época que vivieron en la cocaína la respuesta ante dos grandes flagelos de la humanidad: el morfinismo y el alcoholismo.

La coca, además, tenía otros usos y parecía ser el medicamento ideal. En eso se basó la masiva campaña publicitaria que lanzó la compañía Parke Davis en 1885. Los pronunciamientos de esta seria firma farmacéutica fueron definitivos. “Dado el bajo costo y la estabilidad de nuestro producto, esperaremos encontrar mayor empleo de los maravillosos efectos terapéuticos de la cocaína. Estos consisten en mejora de la personalidad, aumento del rendimiento físico y mental, así como mejoramiento de la resistencia”…”Sería una lástima” decía Parke Davis…”que estas excelentes propiedades de la cocaína quedaran sin explotarse”.

Y en otra parte de su mensaje a la profesión médica: “La cocaína es una droga cuyas propiedades estimulantes pueden reemplazar el alimento, hacer valientes a los cobardes, elocuentes a los silenciosos y libres a las víctimas del alcohol y del opio”. ¡Qué más podía pedirse¡

Entre las indicaciones, Parke Davis señalaba una serie de problemas para los cuales la cocaína constituía prácticamente una panacea  y solamente casi en forma secundaria y sin importancia hablaba de su acción anestésica local. Para esto, ponía a disposición médica una serie de formas de administración, desde el vino y los cigarrillos de coca hasta el clorhidrato de cocaína puro.

En Europa esta fiebre por la cocaína estaba secundada por Merck de Alemania, otra firma de depurada conducta ética y legal y que recalcaba que …”el uso de la cocaína para tratar el alcoholismo crónico es tan efectivo que su popularización va a terminar por clausurar todos los asilos para alcohólicos”…Se llegó a popularizar tanto, que se pusieron de moda canciones alusivas a la cocaína que eran  cantadas por los chiquillos más inocentes y las damas de alcurnia.

La preparación de la cocaína se había convertido en conocimiento común desde 1880 en que el Dr. E.R. squibb, fundador de otra famosa firma norteamericana, había ideado un método sencillo y poco costoso para preparar la pasta básica, primera etapa de la purificación a base de carbonato de sodio, kerosene y ácido muriático. ( un poderoso veneno)

En 1884 el mismo Squibb decía que se hacía innecesario seguir importando hojas de coca a los EE.UU. pues en el Perú se producía excelente cocaína en unas diez fábricas que rendían anualmente cerca de cinco toneladas.

En 1908, en vísperas de prohibirse la producción, el Perú estaba comercializando legalmente 100 toneladas anuales de cocaína lo que, de acuerdo a Marie R. Wright (una escritora contratada por el presidente Pardo para hacerle propaganda al Perú en un libro lujoso y bien impreso), era suficiente para cubrir todas las necesidades mundiales.

Todo el mundo se engañó. Desde el Sumo pontífice hasta el presidente Mackinley; desde el profesor Sigmund Freud hasta las más series compañías farmacéuticas; de rey a paje.

La cocaína pronto fue denunciada en todo el mundo como una seductora impúdica y peligrosa, pues esta hija de la coca te destruye de poco en poco, pero ¿no se dieron cuenta tan grandes científicos? Claro que sí, sólo que les otorgabas el poder y aquí nadie fue engañado, al ser denunciado claro que sí. “Todos fueron engañados” desde el adolescente imberbe, el mismo presidente de los EE. UU y hasta el sumo pontífice, los que siempre dicen que son engañados, tan sólo leer: El vino Mariani.. vaya, qué ingenuidad.

Esta hija de la coca, la cocaína esclavizaba voluntades y enlazaba en sus caprichos a todos aquellos que en alguna forma llegaban a ella.

Pronto, la perversa hija de la planta peruana fue reemplazada por otros anestésicos locales sintéticos. Pero, a pesar de esto, y a pesar de las severas prohibiciones de su producción y comercio, la cocaína ha continuado esparciendo por su peligrosa seducción que descontrola voluntades..

Esta hija terrible no la hicieron conocida los peruanos— es sólo leer.. sólo que los de países “poderosos” le metieron hasta kerosene, cuando ésa no es la fórmula peruana.. la que todas buscan, los mayores consumidores son de afuera como siempre atraídos hasta por embrujos malignos del Perú. Una maldición antiquísima brujo-andino.

2 comentarios en «LA HIJA TERRIBLE DE LA COCA»

  1. EXCELENTE ARTICULO
    ME ENCANTA ESA ANALOGÍA
    QUE HACES DE LA MUJER CON LA COCAINA COMO PELIGROSA Y SEDUCTORA?
    BRILLANTE Y TAMBIÉN SU SARCASMO
    DONDE DEBE IR
    WOW Q HERMOSA MUJER?

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