Una vez derrotadas las potencias del Eje (Berlín-Roma-Tokio), Estados Unidos y Rusia se erigían como las nuevas potencias mundiales, mientras tanto, Europa iniciaba bajo la dirección de George Marshall (1880-1959, militar y político estadounidense, jefe del Estado Mayor del ejército durante la II Guerra Mundial) una era de recuperación política y económica en la postguerra. La década de los cincuenta ha sido vista como una época de bienestar y de progreso económico. El plan Marshall parecía surtir efecto hasta en países de América Latina, “condenados históricamente al atraso”. Los gobernantes hacían obras en sus respectivos países, terminaban normalmente los períodos para los que fueron elegidos y una clase media, resultante de los tímidos procesos de industrialización comenzaba a aparecer.
La paz que había aparecido llegar después de la victoria de los aliados en 1945 no duró mucho. Para 1948 comenzó lo que se daría en llamar la <<Guerra Fría>>. El duelo diplomático y tecnológico de dos modelos de desarrollo social. Los Estados unidos y la Unión Soviética, no era sólo el de dos países, sino el de dos sistemas de organización política y social, el de dos ideologías y tradiciones y valores diferentes. Pese a su expansión territorial y, así, Stalin (1879-1953) ejecutó un plan para para igualarse a los demás países europeos. Los Estados Unidos, en cambio, oscilarían entre la tarea de “representantes de los valores morales” a nivel mundial, con todas sus implicaciones, o encerrarse en sus fronteras preocupándose de sus propios asuntos.
La Guerra fría dividió al mundo, obligando a naciones y personas a alinearse a uno u otro bando. Se era capitalista o se era comunista, “bueno” o “malo”, dependiendo naturalmente del lado desde el que se mirara las cosas.
Los años cincuenta fueron testigos también del surgimiento de países que querían su propia identidad. Desde esa óptica, esta década fue la del inicio de la caída del colonialismo, simbolizados en los nombres de Argelia o Indochina . Fue también, en reacción a esa polarización, del surgimiento de << terceros >>, que pretendían no alinearse con ninguno de los dos grandes: China, que se separó de la URSS en nombre de la ortodoxia; Yugoslavia, que aspiraba a un tipo diferente de socialismo; y países como Francia que aspiraban a una posición independiente.
En el primer Mundo destacaron la intervención de la ONU y de los Estados Unidos en Corea, la elección de Dwight Eisenhower (1890-1969) como presidente de los Estados unidos, la nominación del secretario de Estado John Foster Dulles (1888-1959), la caza de brujas (comunistas) lanzada por el senador Joe McCarthy, la ejecución de Ethel y Julius Rosenberg por la supuesta entrega de secretos atómicos a los soviéticos.
La persecución al padre dela bomba atómica el pacifista Robert Oppenheimer (1904-1967), la coronación de Isabel II (1830_1904) como reina de Inglaterra, la intervención de la CIA en Guatemala e Irán con largas y sangrientas consecuencias, el apoyo de Estados Unidos al dictador paraguayo Alfredo Stroessner, y la paulatina intromisión norteamericana en Vietnam.
En el segundo mundo fueron hitos históricos que trajeron notables cambios, la muerte de Stalin (1953) , el primer levantamiento de obreros (Hungría) contra el régimen comunista en Berlín, la industrialización de China , la bomba de hidrógeno (desarrollada por la unión soviética poco después de la de los Estados Unidos), y la pugna por influir en la ONU presidida por el diplomático sueco Dag Hammarsköld (1905-1961).
En el tercer mundo, término popularizado por el argelino Franz Fanon, sobresalen el fin de la guerra de Corea, la derrota de los franceses en Vietnam, la lucha por la independencia en guinea y Argelia, la independencia de Camboya, Kenya, Egipto y el liderazgo de Gamal Abdel Nasser , la revolución nacionalista en Bolivia.
La muerte de Eva Duarte de Perón (1919_1952), el suicidio del presidente brasilero Getulio Vargas(24 de agosto de 1959) tras el fracaso de su programa laborista, en Cuba , en 1959 una revolución encabezada por Fidel castro derrocaba al dictador Fulgencio Batista, esta revolución se fue radicalizando y sobretomando distancias con los EE.UU; la ruptura se dio y, como era inevitable, en un mundo bipolar, Cuba se alió con la URSS, que le garantizaba suministros, intercambio comercial y armas.
Los avances tecnológicos tuvieron mucho que ver con el desarrollo de la Guerra FRÍA: las primeras bombas nucleares, el submarino termonuclear, la aplicación de la fusión de los átomos para la producción de electricidad. Otros tuvieron que ver con la salud: la válvula artificial para el corazón, el primer trasplante exitoso de un órgano humano, el desciframiento de la estructura del ADN, la vacuna contra la poliomielitis.
Y mientras el canadiense Marshall McLuhan (1911-1989) anunciaba una nueva era para las comunicaciones, salía al mercado civil el primer computador –UNIVAC- de la Remington Rand Company. En 1958 se pasaría de los aviones de hélice a los poderosos jets, un Havilland Comet IV de la British Overseas Airways que voló de Londres a Nueva York tomándose sólo la mitad del tiempo (6 horas y 12 minutos) que se necesitaría para que un avión de hélice cumpliera el mismo trayecto.
En 1955, las avanzadas tecnológicas de los militares y empresarios estadounidenses exploraron la atmósfera superior con misiles lanzados desde el desierto de Nuevo México, y se convencieron poco a poco de que un paso necesario para la exploración del espacio era la fabricación y puesta en órbita de satélites artificiales.
El satélite sería muy útil para estudiar a fondo la Tierra, mejorar las predicciones meteorológicas , facilitar las comunicaciones, las observaciones astronómicas, la navegación y el espionaje. El 4 de Octubre de 1957, la Unión Soviética lanzaba al Sputnik 2 con su solitario pasajero una perra siberiana llamada Laika. Los soviéticos manifestaban que sus intenciones no eran puramente militares sino científicas y pacíficas. Lo confirmaron cuando enviaron al espacio al cosmonauta Yuri Gagarin, en Octubre de 1958. Solamente después de estos avances soviéticos, Eisenhower crearía la Administración Nacional aeronáutica y del Espacio (NASA), y anunció en 1959 el programa Mercurio.