Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Y todo por la economía (billete)

La apropiación de recursos, de bienes y personas ha sido el origen de muchos conflictos violentos a lo largo de la historia. La guerra ha evolucionado a partir de dos actividades milenarias de la humanidad: la caza y el pillaje. Muchos de los conflictos violentos de los que se tiene noticia en la historia de la humanidad se debieron a motivos que hoy podríamos llamar económicos: posesión de recursos (esclavos, mujeres) y satisfacción de otras necesidades de subsistencia de las sociedades. Las guerras comerciales y coloniales, que a finales del siglo XIX llegaron a abarcar todo el planeta, son la más genuina expresión del máximo nivel de violencia al que han llegado los conflictos  producidos por motivos económicos.

Algunos siglos antes, esto ya se ponía en los conflictos originados sobre las rutas comerciales que unían a Europa con el oriente asiático e incluso las guerras púnicas, conflicto comercial que enfrentó a Roma con Cartago, por el control del mediterráneo. No todas las guerras son desencadenadas por motivos económicos. Esta idea está basada en el hecho irrefutable de que toda guerra tiene graves consecuencias económicas, lo que es muy distinto y no tiene nada que ver con lo anterior. Se aproxima más a la realidad el hecho de que en casi todas las guerras existen razones económicas como causas secundarias que refuerzan los motivos primarios que la desencadenan.

Otro aspecto importante es el hecho de que las guerras suelen ser desencadenadas por los países o coaliciones económicamente poderosos (Alemania era el país más rico de Europa en 1939), pero los conflictos armados de mayor virulencia suelen aquejar a los países pobres, a causa de las debilidades estructurales que acompañan a la pobreza. Un claro ejemplo fue la guerra con Chile conocida como guerra del pacifico, fue un conflicto armado, en que se enfrentaron dos países, Chile armado hasta los dientes, Perú sin armamento es obvio suponer que jamás esperaron una guerra, Bolivia se retira de este conflicto, quedan dos país en desventaja, el fuerte contra el débil, el poderoso Chile con su amigo incondicional, Inglaterra,  ansiaba expansión territorial “intereses económicos” . El salitre demostró ser aun mejor fertilizante que el guano, y su explotación se convirtió en la nueva solución a la crisis económica. Los principales yacimientos de la época estaban en Tarapacá (Perú) .Perú concentraba más del cincuenta por ciento del salitre extraído. Y Chile no lo iba a desperdiciar sí lo tenía todo para enfrentar al Perú.  Una guerra sangrienta por expandirse y no escatimaron en destruir al indefenso Perú.

Una amarga lección para mi país, Perú, la reconstrucción posbélica es una fase muy complicada porque es necesario superar las consecuencias directas de la guerra y crear condiciones para que en lo sucesivo esa sociedad pueda resolver sus conflictos de forma pacífica, cosa que actualmente seguimos sin superar, esperemos  que nuestros diplomáticos encargados de estos menesteres tengan la cabeza fría puesta en su país, y no obnubilada de tanto whisky y mujeres hermosas y baratas que se venden al mejor postor, no, NO, me interesan sus vidas, pero lamentablemente no saben separarlas,  esto nos costó una pérdida de la que no pudimos levantarnos durante décadas. Gracias a los políticos y el pueblo (nosotros) tuvo las más graves repercusiones, “crisis económica”

 

 

 

Deja un comentario