La educación sanitaria ha permitido que progresivamente fuera aceptada la aplicación de los descubrimientos científicos, en virtud de los que pudieron controlarse o dominarse por completo, terribles enfermedades. La medicina ha llevado a cabo, en el curso de estos últimos años, progresos muy considerables. La meningitis y la septicemia ya no son mortales, los trasplantes nos permiten suplir los órganos enfermos, los niños azules pueden salvarse gracias a la cirugía cardiaca, e incluso el mismo cáncer tiene curación en numerosos casos. La solución de los problemas de la medicina del mañana no debe buscarse sólo desde el punto de vista terapéutico, ya que la medicina preventiva, en continua evolución, deberá ocupar en el futuro un lugar muy destacado.
El diagnostico precoz de las enfermedades permite el rápido tratamiento de una lesión inicial, de tal suerte que el cáncer de mama si se descubre a través del examen preventivo, puede ser curado a tiempo. La radioscopia de los pulmones permite asimismo detectar una tuberculosis e iniciar un tratamiento curativo, del mismo modo que un análisis sanguíneo puede revelarnos la existencia de una sífilis en estado latente y que nos permite aplicar un tratamiento eficaz, que a su vez limita el peligro de contagio.
Es preciso, en consecuencia, insistir mucho más en la necesidad de informar a la población sobre la importancia de la medicina preventiva, o medicina del mañana, a fin de darle más fuerza y extensión, e implantar en la consciencia de cada individuo la obligatoriedad de realizar periódicamente reconocimientos médicos. Para algunos, la medicina preventiva se presenta como un atentado contra la libertad personal, puesto que exige una adhesión—complaciente u obligatoria—por parte de personas que se consideran a sí mismas con buena salud, a las que se le pide una pérdida de tiempo que consideran inútil. Pero gracias a ese esfuerzo de toda la población se podrá mejorar la media de salud, y no pocas personas prolongarán o salvarán su vida. ¿Acaso esto no compensa dicho resultado?
Más allá de la medicina individual, también existe una medicina con carácter social, y toda la población tiene que tomar consciencia de esta realidad: la salud del individuo no le pertenece sólo a él; se trata de un asunto que interesa al conjunto de la sociedad, cuya fuerza y prosperidad se asienta en la salud de todos.
Desde hace muchos años atrás se debió promover una medicina preventiva eficaz, tanto más importante cuanto que el médico de cabecera, que conocía la historia clínica de cada miembro de la familia, desde el nacimiento hasta la muerte, ésta va desapareciendo progresivamente.
Esta idea de disponer de un carnet de salud—en cierta forma un seguro de salud—¿Por qué convertirlo en obligatorio? Su objetivo es que el enfermo, provisto de esta ficha sanitaria, pueda presentarla a cualquier médico y en cualquier país, y que en virtud de este carnet de salud, sea tratado de acuerdo a sus antecedentes. En el caso de una hospitalización de urgencia, la posesión de ese carnet de salud podría simplificar y acelerar considerablemente el comienzo del tratamiento que deba aplicársele.
3 comentarios en «LA MEDICINA DEL MAÑANA»
Excelente tema , muy buen aporte srta Eunice
usted es muy inteligente y no escribe muho que aburre
solo lo necesario para encantar con esa neuronas 🙂
La mayoria prefiere morir y no hacerse chequeos o no saber.
aunque hoy ya no es como antes en la ciencia
es lo unico bueno
es verdad la prevención es la medicina del mañana
porque sino cuidamos ahora
estaremo sanos en el futuro
otra vez mas Eunice con esa sapiencia.