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La historia es utilizada para justificar y legitimar la necesidad de un enfrentamiento armado. En todos los conflictos hay causas históricas, porque se van construyendo a lo largo de un pasado inmediato o lejano al desarrollo de las tensiones. Con frecuencia se distinguen circunstancias cercanas al estallido del conflicto: por ejemplo, los acontecimientos de Sarajevo en el verano de 1914, desencadenantes de la primera guerra Mundial; factores de más largo alcance: la competencia económica y estratégica entre los grandes imperios coloniales de África y Asia desde 1870 es una de las razones que permiten entender por qué los hechos de Sarajevo condujeron a la guerra de 1914-1918.

Todos estos datos, de rasgos y alcances muy diferentes, se sitúan en el tiempo y pertenecen, por tanto a la historia. A menudo es la misma historia la que, adaptada a las conveniencias e intereses de los promotores o actores de los conflictos, es usada para justificar y alentar la necesidad o la legitimidad del enfrentamiento. Muchos dirigentes políticos, militares e intelectuales apelan a la memoria histórica de sus pueblos para deformar la imagen de sus adversarios.

Los recuerdos de hechos históricos resucitan así con toda su fuerza simplificadora. Socializados por la propaganda escolar, periodística y audio visual, contribuyen a crear una mentalidad colectica proclive al enfrentamiento violento como medio para solucionar todas las deudas pendientes.

Este uso y abuso de la historia como causa de los conflictos armados presenta muchas manifestaciones: la humillación sufrida por alguna antigua o reciente derrota militar, que es preciso vengar para recuperar la dignidad nacional degradada: en la antigua Yugoslavia se han manejado a este respecto fechas que van desde finales del siglo XIV hasta la segunda guerra mundial.

La vuelta al esplendor perdido como gran potencia, argumento frecuentemente esgrimido por grupos xenófobos y racistas; lo que explica en parte las políticas intervencionistas de muchos gobiernos coloniales con ocasión de algún problema en lo que fueron sus posesiones africanas y asiáticas.

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