EL HOMBRE DE HOY EN DÍA..

El hombre de hoy no está hecho para vivir en la calma y la felicidad del confort: la noción del placer sólo existe en relación a la del disgusto, o al menos a la del esfuerzo. Pero el hombre tampoco está hecho para vivir en medio del ruido y el aire contaminado, ni en la agitación febril de un universo de hormigón.

El poder económico nos ha permitido adelantar en la posesión de objetos, pero ya no participamos en el proceso de su creación. Todo se produce en serie y anónimamente. La publicidad, necesaria para continuar con la superproducción, garantiza un sobreconsumo que a su vez se basa en la posesión de un mayor número de objetos, que cada vez más reemplazan al verdadero ser. La tecnología libera al hombre de la preocupación y el trabajo que supone la actividad creadora, pero al privarlo de lo que al mismo tiempo es una satisfacción natural e incapacitarlo para satisfacer una antigua necesidad, engendra en él aburrimiento e indiferencia.

“Los indiferentes y aquellas personas que se contentan con una satisfacción superficial—tienen menos predisposición para la felicidad y la salud mental que quienes sacrifican el bienestar y el confort a sus sueños e ilusiones.”

Las estadísticas sobre la salud mental de las poblaciones son muy claras: el mayor número de toxicómanos y de suicidas se da en los países mejor provistos desde el punto de vista material. Estados Unidos, los países escandinavos y Australia encabezan la lista de esas naciones. En cambio, en aquellos países en que la naturaleza ha sido ingrata o que poseen una economía rudimentaria, allí donde la vida resulta más difícil e incierta, el número de suicidas es mucho más bajo.

Por último, sólo en sí mismo el hombre puede encontrar la alegría de vivir, que no depende de nada ni de nadie más. Recordemos lo que decía marco Aurelio al respecto “Mira en el interior de ti mismo. Allí descubrirás la fuente de la verdadera felicidad”. Yo me atrevería a agregar:

“Mira a tu alrededor, descubre las tareas que te esperan, empieza a realizarlas con todo tu optimismo”.