Carlos Blanco Fadol, uruguayo de ascendencia libanesa, es un eminente etnomusicólogo, investigador, compositor, cantautor.. Inventor de más de 100 instrumentos musicales, poeta, humanista, su colección de instrumentos musicales étnicos, compuesta de unas 4.000 piezas de 150 países de los cinco continentes, está considerada entre las más importantes del mundo.
Fundó en España tres museos de música: Altea, Alicante 1999, en el Centro Internacional de Música de UNESCO; Barranda-Caravaca, Murcia 2006, considerado el más importante de Europa en su especialidad, Y Busot (Alicante 2015).
Autor de numerosos libros como: La enciclopedia de los Instrumentos Musicales (Valencia 1992), ganador de un premio en Francia y utilizado en España como libro de texto en el tercer ciclo de enseñanza. “Reflexiones a orillas del camino” donde describe historias cotidianas de profundo sentido social y humano que dejaron huella en Carlos Blanco Fadol en sus viajes por el mundo, lleno de metáforas, melancolía y crítica que caracterizan su obra. Un artista polifacético que tocó todas las vertientes del arte así como de la ciencia, un inventor de instrumentos musicales didácticos y para minusválidos. Su espíritu solidario sumado a la riqueza temática de sus obras lo convierten en uno de los genios del siglo XXI.
Fiel a su estilo, el paso de los años sólo ha reafirmado su consecuencia con él mismo. Ajeno a tendencias, poseedor de un estilo o sello personal reconocido en el mundo y que traspasó fronteras, traspasando incluso a su propia generación.
Dos veces candidato a los prestigiosos Premios Príncipe de Asturias, a las Artes en 2006, presentado por la Embajada de Malasia en España y a la Concordia 2009 presentado por el gobierno de Uruguay y apoyado por cerca de 30 países de los cinco continentes como Australia, Sudáfrica, Italia, Argentina, Indonesia, etc. siendo por consiguiente la candidatura con más apoyos.
Numerosas personalidades han apoyado y reconocido la obra de Carlos Blanco Fadol, destacando Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, Infanta Doña Elena de Borbón, hija mayor del rey de España, Vicente Ferrer, humanista ganador del Premio Príncipe de Asturias, en Anantapur- India, embajadores de países de los cinco continentes, etc.
Hablar de Carlos Blanco Fadol es imposible en una nota, así que a través de estos enlaces que dejo, pueden saber mucho más de este gran artista e inventor que es un legado para la humanidad.
Aquí el museo de la música Étnica fundado por Carlos Blanco Fadol es uno de los más visitados en el mundo, para saber más de Carlos Blanco Fadol puede consultar Wikipedia
Clic a estos enlaces para conocer más la vida de este genio uruguayo:
Museo de la música Étnica, colección Carlos Blanco Fadol
El gobierno peruano rinde homenaje a Carlos Blanco Fadol
Carlos su historia es como la de un ave que se abre paso rapidísimo, tal es así que tengo la sensación que su propia historia artística debe sorprenderle tanto como a nosotros, porque con 18 años de edad, siendo estudiante universitario decide partir de su natal Uruguay abriéndose camino en un mundo tan difícil como es la música y más tarde convirtiéndose en una leyenda. ¿Nos podría contar por favor cómo fue ese capítulo de su vida que cambió su destino?
–En realidad cuando salí de Uruguay, el país donde nací, mis pretensiones eran muy modestas, ni las previsiones más optimistas me llevaban a pensar que algún día llegaría a tener el reconocimiento que he conseguido actualmente y aún más si consideramos las vicisitudes que he pasado a lo largo de mi vida por los cinco continentes. Todo comenzó un día durante mi primer año en la universidad ubicada en un bello parque en la ciudad de Montevideo. Mientras escuchaba las explicaciones del profesor, miraba a la vez por la ventana el sendero de tierra que se perdía detrás del edificio universitario, sendero flanqueado de grandes árboles por cuyas hojas se colaba insolente el sol para reflejar cientos de aros de oro en el camino, que insistentemente me guiñaba el ojo. Entonces surgió la interrogante que marcaría todo mi destino, la deducción más importante de una vida con apenas 18 años cumplidos; y fue así que entonces pensé:
“ 18, 19, 20, 21, 22, y 23 años voy a tener cuanto termine la carrera, más un año de práctica… con un poco de suerte comenzaré a trabajar en mi profesión a los 25 o 26 años”.
De repente sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo y exclamé:
– “¿los mejores años de mi juventud encerrados e hipotecados entre libros?”. Y afirmé: “simplemente no lo haré”.
Un horizonte infinito me llamaba irremediablemente y fue así que tomé mi guitarra, 10 dólares y me lancé al mundo cerrando un trato con la aventura, el camino, la música, las ansias de conocer e investigar el mundo en todas sus vertientes, con el amor camuflado entre bambalinas. En ese momento nació el caminante.
Muchos padres cuando sus hijos comienzan en el mundo del arte dejando la universidad, les dicen que se dejen de hacer tonterías y en el caso suyo ¿cómo fueron sus comienzos en la música? ¿qué respuesta tuvo de sus padres o familiares?
–Lógicamente, el hecho de abandonar mis estudios para transformarme en un “bohemio sin futuro”, como era el pensamiento de aquellos tiempos, sentó muy mal a mi familia, en especial a mi padre. Sin embargo al comprobar que al cabo de tres años ya había recorrido todo el continente americano, cruzando posteriormente el Atlántico y haber recibido las primeras noticias de la prensa de España sobre mis triunfos artísticos, motivó un cambio radical en la postura familiar y la oveja negra se fue aclarando poco a poco hasta ser un motivo de orgullo.
Dicen que se conoce al mueble por la madera con que está hecho, aludiendo a este refrán ¿puede contarnos sobre su familia?, por lo que he leído de su vida es un autodidacta. ¿De quién o de quienes heredó esa vena artística?
-Quedé huérfano de madre siendo aún un niño, pero fue suficiente para absorber su indiscutible magia. Era una actriz de exótica belleza; una libanesa de ojos azabaches y una estampa de mujer que provocaba angustiosos celos cuando de niño caminaba con ella de la mano por la calle, por las miradas insolentes de los hombres. Gracias a ella mi casa era una representación teatral continua donde se unía la danza, el canto y la improvisación… de ahí me llega toda la fibra genética del arte.
La inventiva, se me manifestó de niño, ya que el hijo de un poderoso terrateniente de la ciudad, que solía jugar conmigo, tenía siempre la costumbre de pedir a su progenitor que le comprara los mismos regalos que mis padres me hacían. De nada valía cumplir años y mostrar mis juguetes a mis amigos, porque al día siguiente dicho niño alardeaba de tenerlos también. Y así sucedía en año nuevo, en reyes… hasta que un día coloqué un palo de escoba en una lata vieja y le adherí un alambre como cuerda, con la intención de fabricar una especie de guitarra. El resultado sonoro fue terrible, pero al día siguiente aquel niño caprichoso no pudo comprarlo. Eso me dio alas para seguir creando; luego fue un cuchillo tallado de madera, pintado de verde y azul, luego un coche de madera con ruedas extraídas de las bobinas de los cables telefónicos de antaño, que permitía incluso subirse encima aunque el recorrido fuera sólo de 10 metros porque se desarmaba centímetro a centímetro. Pero ya no hubo réplica; el dinero no podía comprar mis creaciones. Y así, defendiendo mi dignidad infantil, nació el inventor.
¿En qué momento de su vida decide investigar? ¿Hubo alguna experiencia relevante que le orientara hacia la investigación?
-Creo que todo fue una coincidencia; ni siquiera yo era consciente de que estaba investigando o creando las bases para la formación de un Museo de Música. Simplemente viajaba, descubría nuevos instrumentos y los recogía para aprender de ellos todo lo que sea posible, sin ninguna otra pretensión. Sin embargo, existe sí, una coyuntura que la considero muy interesante. Yo nací en el país con menos instrumentos musicales étnicos del mundo, concretamente uno sólo. Uruguay, el país más pequeño de Sudamérica y el de menos población del continente con poco más de tres millones de habitantes, es eminentemente una tierra de emigrantes europeos. El elemento indígena no existe, y las guitarras, pianos, acordeones, violines, etc, que escuchaba por doquier, no pueden considerarse instrumentos étnicos del país, por que provenían de otras culturas. Pero el componente negro existía y de esa conjunción de naciones africanas, se creó el único instrumento musical de tradición uruguaya vigente: el tamboril del candombe. Y es así que cuando comenzó mi periplo por el mundo empecé a sorprenderme por la enorme variedad de instrumentos exóticos que veía a mi paso y la curiosidad me hizo adquirirlos y aprender a tocarlos. Con los años esta actitud derivó en la colección considerada única a nivel internacional. Esta ironía del destino dio pie a diversas notas periodísticas donde resaltaban el hecho de que una persona oriunda del país con menos instrumentos musicales étnicos del mundo haya creado la mayor colección conocida de este tipo de instrumentos.
Además de ser “aventurero”, desde su punto de vista, ¿qué otras cualidades debería tener un excelente investigador de la música?
-Bueno creo que no estoy capacitado para opinar sobre las cualidades que debe tener un investigador musical, si tomamos en cuenta que mi universidad fue la vida, los caminos, las experiencias recogidas, que distan mucho del academicismo. Pero en mi caso concreto puedo decir que se reunieron una serie de condiciones que convergieron todas en el mismo punto, haciendo que éste se fuera fortaleciendo y agrandando de forma continua. Para empezar desde los siete años ya comenzaba a crear mi primer instrumento que era una sucesión de botellas colgadas con diferentes niveles de agua, para crear así los diferentes sonidos o notas musicales que dieron origen al tradicional “feliz cumpleaños” en honor al aniversario de mi hermanita. Al poco tiempo ya empezaba a tocar de oído la cítara, e inmediatamente la guitarra. Con el correr de los años he llegado a interpretar en conciertos casi 60 instrumentos musicales diferentes de cuerda, de viento y de percusión. Si a esto sumamos los casi 100 instrumentos musicales de mi invención, los viajes de investigación y recopilación de instrumentos musicales por el mundo para crear en España tres museos de Música Étnica, la reproducción de instrumentos desaparecidos, algunos creados por genios como Leonardo Da Vinci, tendremos entonces un compendio de cualidades que en mi caso personal, facilitó el desarrollo de mi obra.
Hablemos de unos apuntes del gran Leonardo da Vinci, sobre el llamado órgano de agua, que escribiera en 1502 junto con otros instrumentos mencionados en el llamado “Códice de Madrid” o “Manuscritos de Leonardo da Vinci”, descubiertos en la Biblioteca Nacional de Madrid. Carlos usted fue la primera persona en reproducir instrumentos musicales de dichos manuscritos. ¿Cómo logró hacerlo?
-Comencé a reproducir instrumentos de Leonardo da Vinci en 1980, cuando aún nadie había tenido la idea, simplemente porque tenía y tengo idealizado a uno de los mayores genios que ha dado la humanidad y me apasionaba y apasiona todo lo referente a su vida y obra. Los dos primeros instrumentos que fabriqué entonces se llamaban, “la flauta glisando” y el “tambor con orificios”. Lo curioso es que ni siquiera había leído “el códice Madrid” donde Leonardo detalla la construcción de instrumentos, aunque siempre con muy pocas explicaciones. Pero había asistido a una conferencia donde un musicólogo explicaba algunos instrumentos del códice y yo simplemente tomaba nota y dibujaba lo que aparecía en la pantalla. Esa misma noche comencé la construcción. Una vez en posesión de los textos del Códice Madrid, entonces desarrollé otros instrumentos más complicados hasta entonces sin descifrar ya que Leonardo traducía sus inventos con dos o tres dibujos y un texto de medio folio, a todas vistas insuficiente para instrumentos complejos. Es así que traté de descifrar un órgano en el que Leonardo se inspiró viendo caer los chorros de agua de la Fontana de la Piña en la ciudad de Rimini en Italia. Tardé varios meses probando, deduciendo y al final pude completar los planos que fueron exhibidos en la prensa y televisión de España.
Puede contarnos ¿Cuál fue la finalidad de escribir “Reflexiones a orillas del camino”? ¿Cuál es su esencia? Se lo pregunto porque me impactó su sentido de humanidad, ¿quizá sólo hacernos reflexionar?
–El libro de pensamientos “Reflexiones a orillas del camino” no fue escrito de una sola vez, sino que es el compendio de varios años de viajes por el mundo donde escribía todo aquello que me inspiraban los caminos: una circunstancia, un paisaje, un amor perdido… De ahí que varios pensamientos indican al final el lugar donde fue escrito, que puede ser una isla lejana de Oceanía; a orillas de un río amazónico; o una gran urbe, entre otros.
En occidente cuando hablamos de música étnica pensamos en lugares exóticos, la relacionamos con ritos. Este término de música étnica aparece por primera vez en 1950 acuñado por el musicólogo holandés JaapKunst, que denominó ethno-musicology a la música de los pueblos exóticos que recogía las músicas no occidentales para su estudio. Concepto que prima hasta el día de hoy en Occidente. Carlos ¿cómo definiría la música étnica, teniendo en cuenta su experiencia directa con los pueblos del mundo?
_Si me permites un punto de vanidad, lo contestaré con un pensamiento de mi libro «Reflexiones a Orillas del Camino» porque considero que lo aclara desde otra vertiente más directa que el tecnicismo : La música étnica tiene compenetración con su hábitat, tiene el color de su tierra, las facciones de su gente, la armonía con las formas de sus instrumentos musicales. En África la música es redonda, parda cálida, rítmica, como las siluetas de sus pobladores, como la forma de sus tambores, como el color de sus sabanas, de sus desiertos, de sus selvas…En China la música es lineal, delicada, roja, amarilla, como el caminar de sus doncellas, como el semblante de su pueblo, como el sonido de sus instrumentos milenarios, como el misterio de sus arrozales, de sus montañas… En los Andes, la música es azul, lejana, nítida, rectangular, cilíndrica, profunda, melancólica, como la mirada enigmática del niño cargado a las espaldas de su madre, como la forma de sus instrumentos de viento, como las montañas infinitas, como el altiplano incalculable… En España el cante hondo es sinuoso, agreste, moreno, emotivo, misterioso, como el rostro de una mujer enamorada detrás de una reja, como la forma de su guitarra, como las rudas palmas de un jornalero, como los olivos viajeros, como el mar en lontananza, como los campos peregrinos… La música étnica es el retrato del mundo.
Dentro de su periplo por el mundo, ¿podría contarnos alguna anécdota que haya calado profundamente en usted?
–Sin duda recorrer el mundo como lo he hecho da pie a infinidad de anécdotas, que estoy plasmando en un nuevo libro que se titulará “La sonrisa oculta de la música”, donde intentaré relatar las situaciones jocosas que me han sucedido a lo largo del mundo. También tengo pendiente otro libro de anécdotas pero relatando situaciones de extremo riesgo, que sin duda me han marcado para siempre. Lamentablemente no puedo plasmar anécdota alguna en estos momentos porque llevaría muchas páginas expresarlo.
Antes de hacer esta pregunta, quiero felicitarlo por tomar la iniciativa de motivar a personas con discapacidades y reinsertarlas en un mundo de fraternidad y unión con otras culturas. Y por esta noble labor es nominado al premio Rolex de Suiza en 1995, por la invención de instrumentos musicales especialmente adaptados para minusválidos físicos y psíquicos. ¿Podría decirnos de dónde surge esa idea innovadora y si tiene alguna experiencia personal en la cual se haya inspirado para pensar en las personas más vulnerables?
– Efectivamente, hace años una madre muy angustiada se dirigió a mí comentándome que su hija amaba profundamente la música, sufría una malformación en los brazos, y esa discapacidad le impedía tocar cualquier tipo de instrumentos convencionales. Esa demanda de ayuda motivó que me volcara en la investigación y después de estudiar bien su malformación, inventé una flauta doble con dos ramales suplementarios que alcanzaban los dedos de ambas manos posibilitando así la interpretación del instrumento. A partir de ahí comencé a pensar en los más desfavorecidos y fui adaptando instrumentos personalizados de acuerdo a las diferentes minusvalías: personas con una sola mano, sin las dos, con amputaciones diversas, etc. Contando siempre con el asesoramiento de médicos especialistas en estas dolencias. Después surgieron desde artilugios y herramientas especiales para que los ciegos puedan personalmente acceder a la fabricación de instrumentos musicales sencillos, hasta una máquina especial para intentar que las personas autistas pudieran expresarse musicalmente.
¿Cómo es su proceso en la invención de instrumentos musicales?
-Nunca sé cuándo puede surgir la inspiración que dé lugar a la inventiva de instrumentos musicales. Simplemente estoy al acecho de los toques de atención que me da el pensamiento anunciando que algo se aproxima y es entonces que debo estar atento para conformar y organizar correctamente una idea, que nunca es definitiva en el primer intento.
Aquí pueden apreciar con más detalle la «Noria musical» al compás de Ángela Carrasco y Carlos Blanco Fadol en un baile muy apretadito
La Enciclopedia de los Instrumentos Musicales (Valencia 1992), ganador de un premio en Francia y utilizado en España como libro de texto en el tercer ciclo de enseñanza, ¿podría hablarnos de qué trata este libro y cómo contribuye al aprendizaje?
-La Enciclopedia de los Instrumentos musicales- según la organología del Museo de la Música de Caña y Bambú- , es un libro que reúne la mayor información hasta aquel momento sobre instrumentos fabricados con esos materiales, que en 1992 ya constituían la parte más importante de mi colección. El libro editado por la Consejería de Cultura, Educación y Ciencia de Valencia, se incorporó como libro de consulta en el tercer ciclo de enseñanza en España, para perfeccionar los conocimientos musicales de los alumnos con relación a los instrumentos.
¿Qué campo relacionado a la etnomusicología, cree que tiene más dinamismo en investigación en la actualidad?
-Creo que todos los temas relacionados con las etnomusicología están relacionados entre sí, no puede prescindirse de ninguno, aunque personalmente me apasiona mucho el trabajo de campo, encontrar instrumentos que se creían desaparecidos, o conectados en otras culturas. Sin duda la investigación “in situ”, ahí donde residen los últimos vestigios de una cultura que poco a poco va desapareciendo absorbida por las nuevas tecnologías, es donde hace falta incidir.
Música en Caña y Bambú (Valencia 1983), libro de gran aceptación internacional, Caracolas de los vientos, libros de poesía, de relatos, entre más, ¿Qué le da la poesía frente a la narrativa?
-La poesía es un huracán que hay que cogerlo al vuelo cuando aparece. La narrativa es sinónimo del relax a orillas de una mesa con una luz tenue.
Instrumentos Musicales Étnicos del Mundo (Murcia 2008), candidato al Premio Nacional de Música, voluminosa obra bilingüe (inglés y español) ¿madre de la inspiración o de un arduo trabajo?
-Sin duda ha sido la obra más complicada que he escrito, porque me ha llevado 40 años de investigación por el mundo para recoger cantidad de datos, muchos inéditos, para plasmarlo, ordenarlo y trasmitirlo con ese libro “heroico”, que me costó la separación comprensible de mi pareja.
¿Qué concepción tiene de la música como investigador? ¿Qué meta debe alcanzar este arte y en qué puede mejorar?
–Lo contesto con otro pensamiento de mi libro: “la música es la medicina de la insatisfacción del alma”.,.
Sin duda los tiempos modernos han revolucionado la música, algunas veces de forma positiva, otras veces, la mayoría, en detrimento del concepto de su nombre, ya que originalmente la música se consideraba como la organización armónica de los sonidos en el tiempo, para producir una sensación agradable.
Finalizo al respecto con otro pensamiento de “Reflexiones a orillas del camino “ que reza:
“Y no caigo en tópicas divergencias generacionales al manifestar que antaño la música la escribía un corazón inspirado, mientras que hoy en día lo hace mayoritariamente un corazón interesado”.
Joseph Heller decía que “Sabía todo sobre la literatura, excepto disfrutarla”. Para usted ¿escribir es una necesidad o un placer?
-Para mí escribir es “una necesidad que me provoca placer” y el hecho de abarcar diferentes frentes literarios como son la poesía, los pensamientos, la narrativa o la escritura científica, me posibilita sumergirme en diferentes fuentes que se apoyan en cierto momento entre sí.
¿Qué poetas y escritores admira?
-Kalih Gibrán, Herman Hesse, Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Gabriela Mistral, Miguel de Cervantes, Juan Ramón Jiménez, Juana de Ibarbouru, entre otros.
¿Qué artistas admira y con quienes ha compartido escenarios?
-Han sido muchos los cantantes, intérpretes y compositores que admiro; con muchos de ellos he compartido escenario, temas y grabaciones: Paco Ibañez, Amancio Prada, Joaquín Díaz, Dulce Pontes, Rafael Santa Cruz (Perú), Aníbal Sampayo, Osiris Rodríguez Castillo, entre otros muchos. También me inicié cuando adolescente al toque de la guitarra eléctrica con Eduardo Franco la voz del grupo Los Iracundos, en Paysandú, Uruguay, ya que éramos amigos y compañeros de estudio y él apreciaba mucho el dominio que tenía de la guitarra clásica. Sin embargo mi tendencia hacia lo étnico se manifestaba desde entonces por lo que no continué los ensayos con el grupo que en aquella época se llamaban “The Blue Kings” y empezaban a tocar en cafeterías de la ciudad de Paysandú.
El cajón es oriundo del Perú y usado para la música afroperuana, en la época colonialista los españoles prohibieron a los esclavos negros tocar dicho instrumento porque no los consideraban personas y por ende sin derechos, le hago esta pregunta porque en la actualidad artistas de talla internacional lo usan y se lucen, pero nadie dice que es del Perú. ¿Qué comentario podría hacer al respecto? ya que en su libro “Reflexiones a orillas del camino” usted toca precisamente este tema.
-Bueno no quiero extenderme con el origen del cajón, ni su utilización en la antigüedad porque es un tema muy extenso, pero si quisiera decir que el cajón es totalmente de raíz peruana, para ser más exacto, afroperuana. En la década de los 80, el extraordinario guitarrista Paco de Lucía viajó repetidas veces al Perú para dar conciertos. Uno de sus músicos puso la atención en el cajón peruano y llevó la idea a España para incorporarlo a la música flamenca. Pero le adhirieron en la tapa percutora unos resortes que se sujetaban en la parte interna, dando así un sonido vibrante con el que consideraban que se amoldaba a este tipo de música. Y fue así que la gente, que tiene memoria muy frágil, piensa que el instrumento era originario de España. Eso me provocó varios disgustos porque yo defendí a ultranza su origen peruano en todos los foros donde me presentaba y salía a colación este instrumento, y como provenía de una persona especialista en el tema no hubo quien me rebatiera mi opinión. Pero esa información no llegaba a la opinión pública, por eso esa rectificación la hago muy a menudo en mis conferencias.
Lo mejor que se puede compartir es el conocimiento, aludiendo a esta frase, podemos decir que parece estar escrita para Carlos Blanco Fadol, porque es un artista polifacético y ha compartido todo su arte que es majestuoso en el mundo como: músico, investigador, inventor de instrumentos, poeta, escritor, compositor.. ¿puede haber algo que le falte por hacer?
–Bueno, aquí en España todos coinciden en definirme como “un hombre del renacimiento que vive en una época equivocada”. Disculpando la vanidad, puedo afirmar que lo que atestigua la pregunta formulada es verídico; domino prácticamente casi todas las artes de forma autodidacta. Sin embargo con relación a la pregunta “puede haber algo que le falte hacer”, creo que me falta lo más importante, que tal vez por la misma obra o por el camino que se pierde en el horizonte, no he podido concretar: haber tenido una familia.
Carlos aunque suene delirante el amor por el arte. ¿Se arrepiente de haber priorizado su carrera tomándola como familia y haber descuidado a sus parejas?
-Simplemente: si.
Dicen que el hombre escribe la historia con su quehacer diario, toda acción del ser humano es registrada para la posteridad. Carlos ¿es para usted una de las mayores satisfacciones personales y como artista que su colección de instrumentos de música étnica sea considerada la más importante del mundo y haber convertido a España la sede de su ingenio como musicólogo e inventor?
-Puedo asegurarte que no. Tengo otras prioridades, por ejemplo el amor.
Carlos de acuerdo a lo que leo en su biografía, el amor es el motor que impulsa su carrera, ya que uno de sus fines de acuerdo a lo que sabemos de su vida es contribuir con nuestro mundo precisamente, pero mejor lo escuchamos a usted ¿ cómo define el amor Carlos Blanco Fadol?
-Comparto la definición de Herman Hesse , en su libro “el caminante” que dice: “nosotros los caminantes estamos acostumbrados a albergar deseos amorosos precisamente a causa de su carácter irrealizable, y aquel amor que debería pertenecer a la mujer lo repartimos, jugando, entre pueblo y montaña, lago y garganta, los niños del camino, los mendigos del puente, el buey de la pradera, el pájaro, la mariposa.”
Luego expresa: ” regalo este amor a las flores del camino, al destello del sol en un vaso de vino, al bulbo rojo del campanario”.
Luego rectifica y confiesa: “¡Ay tonta palabrería esta noche en la cabaña del monte soñé con aquella mujer de quién estoy locamente enamorado¡»
Ese cúmulo de contradicciones podría aplicarse sin cortapisas a mi propia historia.
¿Cómo ve la música étnica en América Latina? ¿La cultura puede aportar algo a los cambios que están viviendo sus sociedades?
-Un pueblo que es permeable a las músicas foráneas en detrimento de la música de sus propias raíces, está culturalmente agonizando. Afortunadamente este fenómeno no se da en América Latina con la intensidad que reviste en Europa. Prácticamente las radios emiten la misma música en todos los países del viejo mundo. El placer que me produce viajar por los andes peruanos en un autobús escuchando huaynos o música criolla, es para mí el mayor premio.
Ganador del Festival de Costa a Costa, Uruguay 1974, con la composición el viejo de la calle baja, ¿qué cualidades cree esenciales para componer buenas canciones?
-Sin duda el contenido, el mensaje, no puedo entender los temas comerciales de usar y tirar. Me gusta componer contando historias, denunciando el racismo, la desforestación, las diferentes situaciones que provoca el amor, la melancolía de caminante que la llevo en los genes, tal vez por transmitírmela mis cuatro abuelos emigrantes.
¿Qué representa para usted la composición, también compone según peticiones de artistas?
–Para mí componer es un acto de consagración, es una parte de mí que sale hacia afuera en forma de música, jamás podría componer canciones por encargo.
Carlos su vida está llena de triunfos, premios, reconocimientos mundiales, nominaciones en todos los continentes, eso lo puede agobiar en sentido de que la gente puede esperar más de usted. ¿Qué nos puede decir al respecto?
-Si, muchas veces percibo que la gente está pendiente de mi próxima manifestación artística, que al tener tantas vertientes no saben por dónde saldrá. Sin embargo no me incomoda. De todas formas los reconocimientos no me quitan el sueño, soy una persona muy sencilla y muchas veces veo mis logros desde afuera como si se trata de otra persona ajena a mí.
Dos veces candidato a los prestigiosos Premios Príncipe de Asturias, a las Artes en 2006, presentado por la Embajada de Malasia en España y a la Concordia 2009 presentado por el gobierno de Uruguay y apoyado por cerca de 30 países de los cinco continentes, siendo por consiguiente la candidatura con más apoyos .Carlos cuando leo este fragmento de su biografía no puedo dejar de preguntar, ¿cree que estos premios o galardones son netamente políticos o simplemente hay simpatías por ciertos intereses? pues siendo la candidatura más querida y con tanto apoyo, reflejó otro resultado… prestándose a muchas suspicacias…….
–Una pregunta con mucha perspicacia. Efectivamente es un tema muy delicado que lo he vivido desde adentro por lo que puedo manifestarlo con cierto criterio. Mi primera candidatura a los Premios Príncipe de Asturias fue en 2006, como bien dices, en aquella ocasión era el Premio Príncipe de Asturias a las Artes. Competía con grandes personalidades como Joan Manuel Serrat, Raphael, Bono ( U2), entre otros. En aquella ocasión ganó Pedro Almodóvar, premio muy bien merecido. Pero en mi segunda candidatura, que fue en 2009 (Premio Príncipe de Asturias a la Concordia), sucedieron ciertas manifestaciones que hicieron dudar a muchísima gente. En este caso mi candidatura era una de las más fuertes ya que me presentó el Ministerio de Cultura de Uruguay y la embajada de dicho país en España, quienes a su vez enviaron carta de apoyo a mi candidatura a las demás embajadas en Madrid. El hecho fue que unos 30 países de los 5 continentes me apoyaron. Eran días de mucha tensión porque las informaciones que me llegaban situaban mi candidatura como una de las favoritas. Sin embargo 24 horas antes que se fallara el premio se dieron a conocer los nombres del jurado para esta modalidad de Concordia (todos los premios tienen diferente jurado), que resultaron ser mayoritariamente presidentes y allegados de la banca española. Los organizadores de las diferentes plataformas de apoyo a mi candidatura me expresaron que no entendían como una selección de banqueros puede ser jurado de un premio a la “Concordia”. En ese instante ya supe que no tenía nada que hacer. Y efectivamente, ganó en esa ocasión el Muro de Berlín, por cumplirse 20 años de su caída. Aunque las fechas en que se conmemoran acontecimientos importantes son generalmente a los 25, 50, 75 o 100 años, podíamos entenderlo si hacemos un esfuerzo. La explicación que me decían los organizadores de la plataforma que apoyaban mi candidatura, era que España, inmersa en una profunda crisis y con importantes negocios de la banca española en Alemania (que soportó la crisis con fuerza), vio la coyuntura de congraciarse con este país otorgándole este importante galardón. Pero lo más triste es que varios de los banqueros integrados en el jurado de los Premios Príncipe de Asturias a la Concordia del año 2009, están actualmente investigados por corrupción, fraude y otros delitos monetarios. Precisamente hoy 26 de septiembre de 2016, veo en la televisión que un miembro de ese jurado, Miguel Blesa, ha recibido una condena de 6 años de cárcel y al pago de una indemnización millonaria. Creo que huelga cualquier otro comentario.
Carlos usted recuperó para la tribu de los Yaguas de la Amazonía peruana, dos instrumentos perdidos que son: el ruuhuitú macho y el ruuhuitú hembra que no usaban hace más de 30 años y luego les enseñó a fabricarlos nuevamente para no perder esa herencia ancestral. ¿Nos puede contar esa experiencia con esta tribu de la amazonia peruana casi olvidada pero que siguen conservando sus tradiciones? (aquí el documental)
Una de las grandes satisfacciones de mi vida fue haber aportado a la cultura peruana la recuperación de tres instrumentos musicales desaparecidos: el ruuhuitú macho, el ruuhuitú hembra, ambos de la etnia Yagua de la Amazonía peruana y el tamboreco, instrumento afroperuano desaparecido el siglo XVIII.
Con referencia a los dos primeros, puedo decir que hace muchos años un musicólogo peruano me obsequió ambos instrumentos, que actualmente están en exhibición en el Museo de la Música étnica de Barranda-Caravaca (Murcia) España. Cuando visité en 2006 por primera vez a los Yaguas en la Amazonía, pregunté por dichos instrumentos con intención de grabar su ejecución, pero nadie lo conocía, simplemente había caído en el olvido hacía muchos años. Al regresar a España y caminando una noche por los pasillos del museo, me detengo ante la vitrina que exhibe ambos instrumentos y me lamenté que los Yaguas hayan perdido una parte de su cultura tan importante, ya que eran dos instrumentos rituales que utilizaban para ahuyentar al Mayantú, “un espíritu del bosque”. Entonces exclamé: ¿y si regreso al amazonas y lo vuelvo a integrar enseñándoles a fabricarlo?”. No sé cómo llegó la idea a oídos del Director General de Cultura de Murcia, lo cierto fue que al poco tiempo tenía a mi disposición un Director de documentales, un técnico de sonido, una cámara, un guionista y un presupuesto que incluía el guía nativo que nos llevaría al amazonas, todo ello con la intención de grabar un acontecimiento atípico: “ir a devolver algo al amazonas” ya que lo tradicional es expoliarlo, talando sus árboles, extrayendo el oro y contaminando o esparciendo el crudo por los ríos. El resultado final fue la recuperación de ese patrimonio desaparecido y con ello la potenciación de la autoestima de un grupo étnico deprimido y avasallado por la ambición del hombre blanco.
El segundo instrumento llamado “tamboreco” (decisión que tomamos con el Director del museo afroperuano de Zaña, ya que desconocíamos su nombre original) lo extraje de una lámina en color del obispo Martínez de Compañón, quién pintó en el siglo XVIII una escena de negros bailando y tocando, donde aparecía ese extraño instrumento que pude recuperar por los conocimientos de la acústica, ya que la zonas ocultas del tamboreco fueron construidas con acierto. Pero el mayor premio fue llevarlo al museo afroperuano de Zaña y enseñarle a los jóvenes como fabricarlo. Hoy día el instrumento ha vuelto a renacer y forma parte de las agrupaciones musicales de la región, que también han tenido la gentileza de incluir en el repertorio canciones de mi autoría que hablan de la discriminación racial.
Carlos ¿consideraría al Perú por su gran diversidad cultural como el lugar apropiado para replicar su obra en Latinoamérica mostrando el legado multicultural que se puede apreciar en cualquiera de los museos que posee en España?
-Hace muchos años que intento darle a Perú, el país con más riqueza musical de América, un Museo de la Música Étnica, único, sabiendo de la repercusión que tendría en los colegios, estudiantes universitarios, investigadores, público en general y turistas que visiten el país, del mismo modo que sucede con mucho éxito con mis museos en España. Lamentablemente las promesas incumplidas de los responsables políticos para que sea una realidad y la energía gastada, me han retraído y sin deseos de plantearlo nuevamente.
Dentro de su vasta colección ¿cuál o cuáles instrumentos le produce los más bellos recuerdos y por qué?
-Sin duda un instrumento que he creado en 1985 que me supuso un gran esfuerzo intelectual y físico. Me refiero al órgano de bambú, una pieza única realizada con planos propios y donde no utilicé ninguna herramienta eléctrica, fue hecho totalmente con utensilios manuales trabajando unas 12 horas diarias a lo largo de todo un año. Era tal la pasión que me infundía dicho trabajo que me dedicaba exclusivamente a la fabricación del órgano, y eso determinó que viviera una precaria situación económica que pude sustentar gracias a un reportaje de la prensa de Valencia que provocó el apoyo y ayuda de los vecinos del barrio donde vivía. Ese órgano ha sido interpretado en concierto por prestigiosos músicos y compositores como Manuel Obregón y todos coinciden que la sonoridad es de una calidad y dulzura inigualable.
Usted obtiene el Premio de la Musik Messe de Frankfurt- Alemania (1983) , Principal Muestra del mundo de la Música, por sus invenciones de instrumentos musicales didácticos. Es una gran distinción para un artista ¿nos podría contar sobre esta experiencia?
-Desde el año 1969 comencé la investigación y recopilación de instrumentos musicales del mundo creando instrumentos musicales a partir de la caña y el bambú. En la actualidad dicha colección con cerca de 1.500 piezas, está considerada la más completa conocida a nivel internacional, hecho que me ha valido diplomas y reconocimientos en Francia, España y Alemania. En este último país presenté en 1983 en la Musik Messe de Frankfurt, (la mayor feria de instrumentos musicales del mundo), una colección de instrumentos musicales didácticos con estos materiales para iniciarse en la música, con el que obtuve un Premio de dicha Institución y Diploma de las asociaciones de fabricantes de la Comunidad europea y de España.
Carlos usted usa su talento siempre para la ayuda social, usted se considera humanista, pero a mí me parece un filántropo conceptualmente, ¿cómo se define Carlos Blanco Fadol?
-Difícil pregunta, más bien me definiría como un caminante que intenta encontrar el camino en la buena dirección en un mundo donde no fui invitado
¿Carlos qué nos cuenta de las bandas sonoras que compuso para cine?
-He realizado y colaborado en diversas bandas sonoras para cine en España, como también en ambientación musical de museos, pero sin dudas la más original de las bandas sonoras que he compuesto está en “Los celuloides de Jardiel”. Es la primera vez que tres artes se reúnen en un escenario en directo: el cine, el teatro y la música. Se trata de una adaptación de películas mudas de principio del siglo XX, donde el actor de Albacete Antonio Campos le pone voz en directo, mientras que yo “compongo in situ” con 20 instrumentos de los cinco continentes la banda sonora, que por cierto en cada actuación varía según lo que me inspire el público, el momento, o mi propio estado de ánimo. El resultado final es sin dudas espectacular y excepcional. Se inauguró en Madrid en el Círculo de Bellas Artes.
Carlos, ya que mencionamos cine y usted es un hombre que ha marcado una leyenda recorriendo los cinco continentes, recopilando, investigando formando una vasta colección de instrumentos musicales étnicos considerado el más importante en el mundo, dejando así un legado y un nombre que jamás podrá ser olvidado para futuras generaciones, leí en algunos textos que piensan filmar la vida del Caminante, la vida de Carlos Blanco Fadol. ¿Qué nos puede contar al respecto?
-Una compañía de Uruguay comenzó la filmación del documental “FADOL”, se recogieron escenas de mis invenciones en España, investigaciones realizadas en la Isla de Pascua, imágenes y charlas en Uruguay, pero por falta de presupuesto dicho documental está actualmente detenido. Aún conservo la esperanza de que pueda algún día realizarse, porque te podrás imaginar “que tengo tanto para contar!”…
¿Cómo es un día típico del trabajo de Carlos Blanco Fadol?
-Más que “típico” lo denominaría “atípico”, porque siempre he tenido una actitud anárquica con respecto a mi trabajo; puedo estar trabajando 24 horas sin parar, o un año entero sin salir construyendo un órgano con diseño y planos propios; perderme con un tiempo indefinido en la selva amazónica investigando en las etnias; viajando por el mundo dando conferencias; estar acostado boca arriba varias horas viendo pasar las nubes; escribiendo poemas o pensamientos sentado en la cima de una montaña …Actualmente estoy jubilado, pero sigo escribiendo, componiendo y grabando discos.
Carlos ¿Qué consejo le daría a los estudiantes universitarios que quizá tan igual que usted nacieron con una vocación innata para el arte pero son temerosos de defraudar a la “sociedad”?
-Soy un poco reacio a dar consejos, creo que cada uno tiene dentro una voz que le indica el camino a seguir, sólo hace falta aguzar bien el oído para escucharla.
Muchas gracias por esta entrevista que tiene por virtud ser una fuente de conocimiento y es la que nos entregó Carlos Blanco Fadol. Le reitero las gracias en nombre mío y en el de mi país, Perú. ¿Algo más que decir?
Quisiera agradecer a la periodista que me formuló tan acertadas preguntas, porque ha incidido en el mundo interior del entrevistado de una manera respetuosa e inteligente, sin descuidar en ningún momento la obra. Gracias Eunice, he estado muy a gusto. Un abrazo a mi querido Perú.
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15 comentarios en «Reportaje a Carlos Blanco Fadol»
q hermosa entrevista srta Eunice q bien hace quedar a nuestro paíi, yo he leido acerca de este genio como lo llaman
q honor seria para nuestro olvidado Perú tener un museo como los que hay en España y por fin alguien disfruta de los huaynos
es que es uruguayo que honor tenerlo señor Carlos Blanco Fadol.
Bienvenido al Perü, queremos personas asi!
abrazos de una humilde trabajadora
Linda entrevista bueno reportaje esta bien documentado. Es un capo este hombre
Saludos desde Argentina
Muy buen reportaje buenas preguntas que hombre tan importante, tan inteligente y de buen corazon.
Saludos
excelentes preguntas niña que has hecho a Carlos Blanco Fadol, tengo el gusto de verlo solo por televisión
no sabia nada de su procedencia solo que era uruguayo ni de la mentira que nos vende los famosos premios de asturias .
un reportaje completo, superaste a cualquier español.
muy joven y guapa 🙂
Saludos desde España
hola Eunice soy uruguayo, muy emocionado por que hacemos historia a travez de el genio de la música Carlos Blanco fadol.
Saludos linda!
Eunice Osorio Bryson que pedazo de entrevista a este hombre que tanto le debemos. Qué honor señor Carlos Blanco Fadol que se exprese de una forma que sólo un grande podría hacerlo del perú.
M enteré tantos cosas que desconocía de su trayectoría.
Brillante Eunice Osorio Bryson, como siempre!
Hola Eunice, te felicito por esta brillante entrevista muy bien documentada, la facultad de Artes de la Universidad de la PUCP
agradece el compartir esta entrevista.
Cómo nos gustaría tenerlo en Perú, estuve en España y sé de él pero no imaginé que nos harías el honor de traerlo para Perú atrvé4s de este brillante reportaje.
Muy buen reportaje, Carlos Blanco Fadol maneja la retórica y la inventiva en realidad si es un genio, gracias Eunice Osorio Bryson por hacernos conocer a estas personas que engrandecen nuestra culturas a través de la música.
Ud no sólo es linda sino muy inteligente.
Muchas gracias hermosa! por entrevistar a otro uruguayo que hizo leyenda en el mundo, gracias es un orgullo para nosotros
🙂
sos una capa, excelentes preguntas para un hombre tan triunfador.
Saludos desde Argentina;)
Qué interesante reportaje, brillantes preguntas de acuerdo al entrevistado que es un Grande
Felicitaciones
Me encanta esa invención llamada noria musical, como se puede ser tan genio me pregunto.
y se comprueba q los hay en nuestra época.
Gracias Carlos Blanco Fado, Un museo de todo lo que hace en Perú sería maravilloso.
y ya no está Ollanta Humala,.
Bienvenido!
Eunice querida muy bonita entrevista y me encantó la noria musical, junto al video con esa cantante tan querida.
Saludos señor Carlos Blanco fadol esperamos tenerlo pronto por aquí.
Tu cólega del diario «el Comercio»
Fio
Yo conocía de la gran labor de Carlos Blanco Fadol, pero no imaginé que era uno de los genios de esta época
tuve el gusto de visitar su museo de música Étnica de la cual quedé maravillado, pero no sabía de tantos logros y que Uruguay tiene un hombre que le da orgullo ante el mundo.
Una entrevista muy profunda e inteligente.
Felicitacionse srta Eunice es la mejor entrevista escrita que he leido.
Que orgullo conocer a Carlos un gran amigo con madera y sobre todo con el alma libre y su paso firme, el trasforma la música de la vida, Carlos y yo Jacinta Ceballos, juntos presentamos en Morelia Mexico, haikus, fue una experiencia única, yo viví la trasformación de mi voz al escuchar su música como se filtraba por mi cuerpo, la sensación increíble como su música transformó mi voz, fue increíble. Es hombre mágico e increíble y con esa sencillez y luz que la vida le regalo. Gracias amigo por existir. Te ADMIRO